La persona a fotografiar en esta experiencia es mi hermana mas chica, Trinidad. No hay momentos con ella en los que no me ría o no nos divirtamos juntas. Siempre me ayuda en los trabajos de la facultad y me acompaña, terminando en tardes o noches divertidas para recordar. Charlatana como siempre me costó que se quedara quieta y sin reírse. Pero para esta instancia, voy a tratar de fotografiar su lado no tan risueño, mas serio, conservando su lado espontáneo y cálido.
Los colores cálidos de las luces están relacionados con los significados de alegría y disfrute, y su cara seria contrasta sobre estos que inciden sobre ella, funcionando como contrapunto y mostrando su condición aurática. A veces, esa es la mirada que me da cuando le digo que todavía no termine de sacar las fotos, pero esta vez supe sacar provecho de ello. Las luces que inciden sobre ella y las sombras que se generan, la dan profundidad y carácter, junto con la poca profundidad de campo.
En base a las correcciones, cambie la fuente de luz y su posición para que no se le haga cierta sombra en la cara y tape partes de ella. Utilicé una hoja blanca en la luz como difusor.
Además de que los ojos son la entrada del alma y el momento de mayor sinceridad, uno aprende del otro a partir del rostro, captando su huella permanente.
1/60s
f3.2
ISO 200
50mm
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